Falta de hueso – Implantes Dentales y Regeneración Ósea
Los implantes dentales han aparecido como la gran solución a problemas dentales donde no pueden recuperarse piezas dentarias. Estos implantes se introducen en el maxilar y funcionan de raíz, al sostener futuras prótesis que se colocan posteriormente sobre ellos. Como se ve, se trata de una técnica casi infalible.
Sin embargo, existen ocasiones donde es dificultosa su aplicación. La falta de hueso en el maxilar en una situación muy compleja y también bastante habitual. En estos casos es necesario formar hueso para sujetar el implante.
¿Qué es la falta de hueso maxilar?
Se conoce como falta de hueso maxilar a aquellas situaciones en las que el hueso maxilar superior o inferior de la boca de un paciente no presenta la suficiente cantidad y calidad de tejido óseo para albergar y sostener piezas dentarias, ya sean naturales o artificiales.
Por lo general, los odontólogos especialistas afirman que una cantidad de hueso mínimo recomendable para colocar un implante dental es de 10 mm. de altura y 5 mm. de espesor. Cuando el maxilar no presenta estas características se considera carente de hueso.
Infecciones causadas por caries, enfermedades periodontales o accidentes fuertes son algunos de los desencadenantes que afectan a dientes, encías y al propio hueso maxilar, y que provocan esta falta de hueso que complica la colocación del implante dental.
¿Por qué la falta de hueso provoca dificultades en los implantes dentales?
Está comprobado que la falta de hueso provoca dificultades en los implantes dentales. Esto se debe a que, a la hora de introducir los implantes al hueso, el odontólogo no cuenta con la cantidad y calidad ósea suficiente como para colocarlos de manera correcta.
Por esta razón, en caso de que un paciente no presente la cantidad de hueso necesario para recibir los implantes dentales pero aún así desee llevar a cabo el tratamiento, el odontólogo cuenta con varias soluciones para resolver el problema de falta de hueso.
¿Qué soluciones hay para la falta de hueso?
Existen distintos tratamientos que puede llevar adelante el odontólogo para corregirlo.
1. Tratamiento con injertos de hueso
Uno de los tratamientos con los que cuentan los odontólogos para resolver los problemas de falta de hueso maxilar es el de injertos. Esta técnica consiste en reconstruir el hueso maxilar perdido con distintos tipos de injertos que se afianzan perfectamente a la boca. Una vez que el hueso está consolidado se puede colocar el implante dental.
- Los autoinjertos son extractos de hueso que se toman del propio paciente para colocarlos en la boca.
- Los injertos sintéticos son extractos artificiales, que simulan los minerales del hueso con gran éxito para colocarlos en el maxilar.
- Los injertos xenogénicos son aquellos extractos que provienen del hueso bovino o equino, similar al humano y que el maxilar reconoce y acepta sin dificultades.
2. Tratamiento de plasma rico en plaquetas
Otro tratamiento que se utiliza de manera individual o complementaria al de otras técnicas para la falta de hueso maxilar es la administración de plasma rico en factores de crecimiento.
Este plasma se obtiene de la extracción de sangre del mismo paciente. La sangre se caracteriza por presentar una alta concentración de plaquetas que contribuyen al crecimiento.
De esta manera, se inyecta la sangre a las cavidades alveolares del maxilar y se administra una dosis mayor de plaquetas de las que circulan habitualmente, estimulando el crecimiento del hueso.
3. Utilización de implantes dentales cortos
En el mercado hay implantes cortos indicados para aquellos casos donde la cantidad y calidad de hueso es limitada. Estos implantes dan excelentes resultados si su uso es correcto. Esta técnica simplifica el procedimiento y facilita la colocación de implantes. Ademas se reducen los tiempos de cicatrización.
4. Aprovechamiento máximo del hueso disponible
Existen técnicas que nos permiten colocar implantes en zonas anatómicas distantes o de acceso complejo. Esta técnica si es realizada correctamente permite colocar implantes dentales sin necesidad de regenerar el hueso.
En este caso se observa una pérdida ósea importante. En determinados sectores había solo 1 milímetro de hueso, con lo que no era suficiente para colocar implantes dentales.
En esos espacios se colocó un sustituto óseo y al cabo de 6 meses se formó 1 centímetro de hueso, lo suficiente para colocar los implantes.